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Diapositiva 1. Introducción.

            La clase desarrolla los tipos de desgaste en los neumáticos, sus motivos y las implicaciones en la gestión de la flota.

Diapositiva 2. Los tipos de desgaste de los neumáticos.

  • Importancia del mantenimiento de los neumáticos.

            El paso del tiempo y el uso continuado de un vehículo influyen notablemente en el estado de los neumáticos. Por ello, es importante conocer los tipos de desgaste y las causas principales. Este conocimiento es esencial para poder aplicar cuidados adicionales en su mantenimiento y, en consecuencia, garantizar una conducción segura y eficiente.

            Un cuidado adecuado de los neumáticos no solo mejora la eficiencia del vehículo, sino que también es fundamental para la seguridad del conductor y los pasajeros.

            Es importante mantener los neumáticos en buen estado para evitar su deterioro prematuro. Un mantenimiento adecuado implica revisar periódicamente la alineación, la presión y el estado general de los neumáticos para garantizar trayectos seguros y una conducción óptima.

            A continuación, se explica cómo mantener los neumáticos en excelentes condiciones, se desarrollan los distintos tipos de desgaste y se sugieren prácticas para prevenir problemas mayores.

  • Causas comunes del desgaste en los neumáticos.

            El desgaste de los neumáticos puede deberse a múltiples factores. Además del uso y del paso del tiempo, el estilo de conducción y el estado de las carreteras son factores importantes. Identificar y combatir estas causas externas es esencial para garantizar un desgaste uniforme y evitar problemas mecánicos o de mantenimiento que puedan acelerarlo.

  • Tipos de desgaste de los neumáticos.

            Estos son los tipos de desgaste más comunes en los neumáticos:

  1. Desgaste regular.

            En este caso, estarías usando una presión correcta; simplemente el neumático se ha desgastado por el uso y el paso del tiempo, por lo que estarías haciendo las cosas bien. Si crees que se han desgastado demasiado rápido para la frecuencia con la que conduces, comprueba que estés usando los neumáticos adecuados y que el peso que llevas en tu vehículo sea el correcto.

  1. Desgaste en forma de dientes de sierra.

            Esto ocurre cuando la alineación es incorrecta o los amortiguadores están estropeados, lo que provoca una erosión desigual de los canales del neumático.

            Cuando los tacos de la banda de rodadura presentan un desgaste con forma de dientes de sierra, suele ser un síntoma de problemas de amortiguación. Los amortiguadores en mal estado provocan saltos irregulares que impiden el desgaste uniforme de la banda de rodadura.

            Este desgaste puede provocar vibraciones y ruidos durante la conducción, además de reducir la comodidad y la seguridad. La solución es reemplazar los amortiguadores defectuosos y, a menudo, los neumáticos afectados, para restablecer un desgaste uniforme y garantizar la seguridad.

  1. Desgaste localizado.

            Este tipo de desgaste afecta a zonas concretas de la rueda y puede ser consecuencia de frenadas bruscas o derrapes.

            Un desgaste notablemente superior en una zona concreta de la banda de rodadura suele indicar fallos en el sistema de frenado. Los discos desequilibrados, las pastillas o bandas de freno desgastadas y las averías en la bomba de frenado pueden causar este tipo de desgaste.

            Este desgaste localizado no solo reduce la vida útil del neumático, sino que también puede comprometer la seguridad del vehículo al afectar a su capacidad de frenado. Por tanto, es importante revisar y mantener el sistema de frenos con regularidad para evitar este tipo de desgaste.

  1. Desgaste en el centro.

            Si la presión es demasiado alta, la parte central del neumático tendrá más contacto con el asfalto, lo que acelerará su desgaste en esa zona.

            Comprueba la presión de los neumáticos a temperatura ambiente con un manómetro fiable. Ajústala al valor recomendado por el fabricante del vehículo.

            Puedes consultar la presión recomendada en el manual del vehículo o en la pegatina situada en el pilar de la puerta del conductor.

  1. Desgaste en la parte exterior.

            Se nota en las partes exteriores de la banda de rodadura si los neumáticos no están adecuadamente infladas.

            El desgaste excesivo de los neumáticos en ambos bordes hace que la banda de rodadura adquiera una forma redondeada en lugar de plana, lo que puede indicar un inflado insuficiente. Si los neumáticos no están suficientemente inflados, la carga en la zona de contacto con la superficie de la carretera es irregular. La parte central de la zona de contacto no se apoya correctamente y la carga se transfiere a los bordes exteriores o los hombros. Una mayor carga en los hombros provoca un desgaste más rápido de los neumáticos en los bordes exteriores.

            Un neumático poco inflado tiende a flexionarse en exceso y a calentarse más de lo normal. Esto acelera la tasa de desgaste de la goma y aumenta la resistencia a la rodadura, lo que incrementa el consumo de combustible del vehículo.

            Para evitar este desgaste anormal, el neumático debe inflarse a la presión recomendada utilizando un manómetro fiable y la presión debe comprobarse al menos una vez al mes con los neumáticos a temperatura ambiente.

Para conocer la presión recomendada, consulta el manual del propietario del vehículo o la pegatina situada en el pilar de la puerta del conductor.

  1. Desgaste en forma de copa.

            Los amortiguadores dañados pueden causar este tipo de desgaste, creando depresiones en la superficie de la rueda al pasar por baches.

  1. Desgaste en el borde exterior o en el interior, no ambos.

            Si el neumático se desgasta más por el hombro exterior, es porque el coche tiene demasiado peso sobre ese eje o, más probablemente, porque existe un exceso de caída o camber positivo.

            Esto hace que la parte exterior del neumático toque más el asfalto que el resto, por lo que se produce un mayor desgaste. Lo mismo ocurre cuando el desgaste se produce en el interior del neumático, pero en este caso es debido a una caída o camber negativo.

  1. Desgaste en diagonal o en varias zonas.

            Esto no es habitual, pero también puede suceder. En ocasiones, el neumático se desgasta en diagonal debido a un montaje incorrecto o a una suspensión defectuosa que provoca rebotes y desgasta el neumático de manera irregular.

            También pueden producirse desgastes en varias zonas del neumático como consecuencia de un frenazo con derrape, un mal funcionamiento del ABS o de los frenos, una llanta deformada o un desequilibrio.

  1. Abombamiento en los flancos.

            Esta causa de deterioro de los neumáticos también es habitual. La causa es la siguiente: se ha producido un bordillazo o golpe en esa zona, lo que ha generado el deterioro de la carcasa y ha permitido que el aire penetre en el flanco.

            No debemos pasar por alto este problema, ya que es muy probable que, tarde o temprano, la estructura ceda y se produzca un reventón. Esto es especialmente probable cuando aumenta la presión del neumático, por ejemplo, al circular a altas velocidades, al practicar una conducción deportiva o en verano, cuando las temperaturas son altas.

  1. Desgaste ondulado.

            Probablemente se deba a problemas en la suspensión o a un montaje incorrecto de los neumáticos.

  1. Desgaste tipo intermitente.

            El desgaste irregular del neumático puede deberse a una suspensión en mal estado, velocidades excesivas o presiones de inflado incorrectas.

  1. Aplanamiento en una zona de la banda.

            Si has tenido que dar un frenazo muy brusco por alguna circunstancia peligrosa en carretera, tus neumáticos se «clavarán» y, por lo tanto, los metros por los que el vehículo se desplaza por inercia crearán un aplanamiento en la banda de rodadura por el propio roce.

            Una vez superado el susto, tendrás que cambiar los neumáticos. La zona que haya estado en contacto con el asfalto quedará sin dibujo y el vehículo no volverá a agarrarse bien.

  • Prevención del desgaste irregular.

            La prevención del desgaste de los neumáticos es fundamental para garantizar la seguridad, optimizar el rendimiento del vehículo y prolongar su vida útil.

  1. Mantener la presión adecuada.

            Se recomienda revisar la presión de los neumáticos al menos una vez cada 15 días y antes de realizar viajes largos. Si los neumáticos no están correctamente inflados, pueden desgastarse más rápidamente y de manera irregular, lo que también afecta negativamente al consumo de combustible y a la estabilidad del vehículo.

  1. Realizar rotaciones periódicas.

            La rotación de los neumáticos ayuda a que se desgasten de manera más uniforme. Generalmente, se recomienda rotarlos cada 10.000 kilómetros, pero consulta el manual de usuario de tu vehículo para conocer las recomendaciones específicas del fabricante. En cualquier caso, siempre hay que poner los mejores neumáticos en las ruedas traseras.

  1. Alinear y equilibrar los neumáticos.

            Un vehículo mal alineado o con ruedas desequilibradas puede causar un desgaste irregular de los neumáticos. Se deben realizar alineaciones y equilibrados según las indicaciones del fabricante o si se nota una conducción irregular o el volante se desvía hacia un lado.

  1. Conducir con precaución.

            Evita las aceleraciones, los frenazos y los giros bruscos. Estas acciones pueden provocar un desgaste rápido y prematuro de los neumáticos.

  1. Inspeccionar los neumáticos regularmente.

            Revise los neumáticos en busca de signos de desgaste, cortes, grietas u objetos extraños incrustados en la banda de rodadura. También es importante verificar el desgaste mediante los indicadores de profundidad de la banda de rodadura o con una moneda.

  1. Evitar sobrecargas.

            No sobrecargue el vehículo. El exceso de peso puede aumentar el desgaste de los neumáticos y afectar negativamente a la seguridad y al comportamiento del vehículo.

  1. Seleccionar neumáticos adecuados.

            Utilice neumáticos que se adapten al tipo de conducción y a las condiciones climáticas. Los neumáticos de verano y de invierno están diseñados para ofrecer un rendimiento óptimo y un desgaste adecuado en condiciones específicas.

  • Cuando hay que cambiar el neumático.

            La ley establece una profundidad mínima del dibujo de los neumáticos. En el caso de los coches, furgonetas, 4x4 y SUV, la profundidad restante del dibujo de los neumáticos debe ser de al menos 1,6 milímetros en una banda continua que comprenda las tres cuartas partes centrales del ancho del dibujo a lo largo de toda la circunferencia del neumático.

            Si el desgaste se acerca a este umbral, hay que cambiar los neumáticos.

            El gestor de flotas es responsable de asegurarse de que los neumáticos están en condiciones de circular.  Utilizar neumáticos no aptos para la circulación puede acarrear sanciones para nuestra empresa.

            Un indicador de desgaste es una pequeña nervadura con un relieve de 1,6 milímetros presente en la base de las ranuras principales del dibujo, a diversos intervalos a lo largo de este.

            Estos indicadores están presentes en todo el neumático, normalmente en las ranuras principales, y a diversos intervalos a lo largo de la circunferencia.

            Cuando la altura del dibujo está al nivel de los indicadores, es el momento de cambiarlos.

            En las zonas exteriores o hombros puede no haber ningún indicador de desgaste. En este caso, la exigencia legal es que no haya escultura deslizante.

  • Qué tipo de desgaste excluye a los neumáticos para su utilización.

            Un neumático con una banda de rodadura de menos de 1,6 milímetros.

    1. La separación de los elementos, incluido el despegado de la banda de rodadura.
    2. La deformación o descubrimiento del aro del talón, es decir, el elemento sobre el que se monta la goma en la llanta.
    3. Manchas y rozaduras en el interior del neumático, en la capa butílica.
    4. Protuberancias o deformaciones en el flanco relacionadas con una rotura de los alambres de la carcasa.
    5. Cualquier corte o desgarro en la goma, incluso superficial.
  • Implicaciones en la gestión de la flota.

            Las principales consecuencias son el coste de los neumáticos por cambiarlos antes de tiempo, el tiempo que el vehículo está parado sin prestar el servicio, y la perdida de seguridad del vehículo.

            Los costes de los neumáticos en una flota son el 3-5% del coste total y del 15-20% de los costes variables, por lo que hay que tomar las medidas apropiadas para que utilizar todo el neumático y su sustitución sea por desgate.

            A continuación se desarrollan medidas a adoptar para que los neumáticos se cambien por desgaste.

  1. Mantenimiento del vehículo.

            Hay ciertos sistemas como la dirección y de frenado que inciden en el desgaste de los neumáticos, hay que realizar el mantenimiento del vehículo según las instrucciones del fabricante del vehículo y en el periodo establecido, o cuando se detecte que hay que realizarlo.

            Hay que verificar montaje de la rueda, revisar sistema de suspensión y frenado, y revisar alineación.

  1. Inspección visual.

            Antes de utilizar el vehículo hay que realizar una inspección de los neumáticos para comprobar que están en perfectas condiciones de utilización, o encontrar desgaste irregular, daños, grietas etc.

  1. Formación al conductor.

            Hay que impartir formación para que el conductor realicé la inspección de los neumáticos antes de utilizar el vehículo, y si encuentra alguna incidencia comunicarlo al gestor de flotas o el jefe de taller.

  1. Utilizar tecnología.

            La compañías de telemática o de neumáticos tienen aplicaciones en el móvil para la gestión de la inspección y control de los neumáticos.

  1. Conducción suave.

            Hay que conducir el vehículo de forma suave sin aceleraciones, frenazos y giros bruscos, por lo que hay que impartir formación a los conductores en conducción segura y eficiente.

  1. Utilización de la telemática.

            La telemática proporciona los datos para conocer el estilo de conducción de los conductores, si conducen de forma suave o brusca.

            Siempre se recomienda la utilización de una telemática para gestionar la flota.

  1. Automatización de la inspección.

            Hay tecnología que realiza la inspección y control de los neumáticos automáticamente, es un dispositivo en el que los neumáticos se suben en una plataforma, y realiza un escaneo de la banda de rodadura, midiendo la profundidad, desgaste irregular, etc.

  1. Elección de los neumáticos.

            Una errónea elección de los neumáticos puede causar un desgaste irregular, existen mucha variedad de neumáticos, de verano, o invierno, carretera, caminos, mixtos, reforzados en los flancos, obra pública, eficientes etc. por lo que se recomienda que los asesores de los fabricantes o de los distribuidores mayoritas de neumáticos nos asesoren sobre cual es el mejor neumático para nuestros vehículos.

            En resumen, es importante entender las causas principales del desgaste de los neumáticos para poder realizar revisiones y mantenimientos con regularidad. Esta prevención es esencial para reducir el desgaste y evitar problemas técnicos graves. Con el cuidado adecuado, no solo aumentarás la vida útil de los neumáticos, sino que también mejorarás la seguridad y la eficiencia en las rutas.

Diapositiva 3. Gracias por su tiempo.

            La clase ha desarrollado los tipos de desgaste en los neumáticos, sus motivos y las implicaciones en la gestión de la flota, hasta pronto.

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