Diapositiva 1. Introducción.
La clase desarrolla 3 casos de electrificación de taxistas por economía, y las implicaciones en la gestión de la flota.
Diapositiva 2. Caso real del taxi: Tres historias reales de electrificación por economía.
- Historia del taxi eléctrico.
El vehículo eléctrico constituye un aliado idóneo para los taxis y los VTC, debido al tipo de uso que se le da y a las ventajas que ofrece la movilidad de cero emisiones en entornos urbanos.
Actualmente, nos resulta sumamente vanguardista contemplar en nuestras ciudades la presencia de taxis silenciosos que no emiten ni una sola partícula de gas contaminante. Es pertinente señalar que esta situación ya se presentaba en algunas capitales europeas hace más de un siglo, e incluso en España hace ocho décadas.
Existen registros de la presencia de taxis eléctricos en Berlín en 1889, específicamente un carruaje de caballos propulsado por un motor eléctrico que era utilizado por los clientes del Hotel Kaiser. En Londres, los vehículos de baterías fueron utilizados como taxis a partir de 1907. Posteriormente, en 1943, se implementó una flota de taxis eléctricos en Barcelona.
- La experiencia personal constituye el mejor ejemplo.
El recorrido medio diario de un taxi en España se encuentra entre los 300 y los 400 kilómetros, lo que equivale a la autonomía que la mayoría de los vehículos eléctricos actuales ya alcanzan. Todos cuentan con cargadores en sus respectivos domicilios, lo que les permite iniciar su jornada laboral con las baterías al 100 % de su capacidad.
Es importante destacar que el ahorro promedio en combustible supera los 500 euros mensuales, dependiendo de las jornadas laborales realizadas.
Cada vez más conductores profesionales están haciendo la transición al coche eléctrico por una sola razón: ahorrar dinero. Así lo demuestran los casos en España de tres taxistas en Vigo, Barcelona y Valladolid que han cambiado el motor de combustión por uno eléctrico y han visto cómo sus gastos mensuales se reducían de forma radical. En todos los casos, el impacto económico fue tan evidente que no hubo vuelta atrás. “Me costaba más la gasolina que el coche”, resume uno de ellos.
En Vigo, Julio Sousa tomó la decisión en 2022, tras realizar un análisis financiero con su asesor fiscal. El sujeto en cuestión reemplazó su antiguo vehículo Peugeot diésel por un Tesla Model 3, financiado a través de un plan de pagos, y conectó el automóvil a una tarifa eléctrica nocturna especial.
El cambio en la gestión de gastos ha sido notable, pasando de un desembolso mensual de aproximadamente 600 euros en diésel a un gasto actual de apenas 60 euros en electricidad. “El primer mes pensé que me había equivocado, que faltaba algún cargo. Pero no, simplemente ya no necesitaba repostar”. En total, estima que se ha ahorrado aproximadamente 7.000 euros en un año, lo que equivale a casi tres mensualidades completas del vehículo, según lo expresado en una entrevista concedida a La Voz de Galicia. Además, se benefician de ventajas adicionales, tales como estacionamiento gratuito y acceso ilimitado a las áreas restringidas por normativas de bajas emisiones.
En la ciudad de Barcelona, el profesional del taxi Ángel García se ha distinguido por su liderazgo en la adopción de la movilidad eléctrica. Durante los últimos cinco años, ha estado conduciendo un Nissan Leaf de 40 kWh, con el cual ha recorrido aproximadamente 200 kilómetros diarios en turnos dobles.
Aunque inicialmente albergaba reservas respecto a la autonomía del vehículo, pronto adaptó sus rutinas de carga a mediodía y por la noche, y los resultados fueron contundentes: mientras que con un híbrido gastaría cerca de 300 euros mensuales en combustible, su gasto actual de electricidad ronda los 65 euros al mes. “He ahorrado más de 15.000 euros en cinco años, y el coche sigue funcionando perfectamente”, afirma en una entrevista concedida a La Vanguardia.
Además del ahorro, Ángel destaca el confort de conducción como una mejora inesperada. “Llegas menos cansado, no hay vibraciones, el coche no hace ruido, no estás todo el día pisando embragues ni escuchando el motor”, explica. Asimismo, ha destacado su labor como difusor de la tecnología eléctrica entre sus compañeros en el sector. “Hay mucho desconocimiento, pero cuando les enseño los números, se les abren los ojos. Ya somos varios en la parada del taxi que vamos enchufados”.
El caso más longevo es el de Roberto San José, taxista en Valladolid y reconocido como el pionero en operar con un vehículo eléctrico en España. Inició su andadura en 2011 con un Nissan Leaf de primera generación, en un momento en el que la infraestructura de recarga aún no existía. A pesar de ello, Roberto ha recorrido más de 347.000 kilómetros en su vehículo eléctrico, documentando meticulosamente cada repostaje en una hoja de Excel que utiliza en sus presentaciones y entrevistas. Como conclusión a la investigación realizada, se ha obtenido un resultado contundente: “He ahorrado más de 32.000 euros respecto a un coche diésel”, asegura a Iberisa.
Roberto desglosa el ahorro obtenido: en combustible, habría incurrido en un gasto de aproximadamente 35.394 euros en diésel durante ese período. Por el contrario, el gasto en electricidad ha sido de 5.830 euros. A esto se debe añadir el mantenimiento, que incluye la ausencia de cambios de aceite, correas o embragues, y una degradación mínima de la batería tras más de diez años. “La gente se sorprende, pero los números no mienten. El ahorro es brutal. Y lo mejor de todo es que aún sigue funcionando”, asegura. Además, ha impartido conferencias en institutos de formación profesional para compartir su experiencia.
Lamentablemente, Roberto experimentó un desafortunado incidente con su Nissan Leaf, el primer taxi eléctrico de España, lo que resultó en un siniestro total. Tras el desafortunado incidente, la aseguradora emitió una declaración formal en la que se clasificó el vehículo como «pérdida total». Tras recuperarse del incidente, Roberto mantuvo su compromiso con la electromovilidad y actualmente posee un Hyundai Ioniq eléctrico. Tras recorrer 266.127 kilómetros, la batería del Ioniq se encuentra en óptimas condiciones, según se detalla en una publicación en su perfil de LinkedIn.
La tarifa eléctrica se encuentran adaptadas al uso profesional.
Los tres taxistas comparten otra característica: todos utilizan tarifas eléctricas adaptadas al uso profesional, recargando mayoritariamente de noche o durante descansos programados. Julio, por ejemplo, contrató una tarifa de 0,05 €/kWh y carga siempre en su plaza privada. Ángel ofrece una combinación de recargas públicas lentas y recargas en su domicilio. Roberto comenzó utilizando enchufes convencionales hasta que el ayuntamiento instaló puntos de carga específicos para taxis. «Nunca me he quedado tirado», enfatiza.
Si bien cada uno cuenta con su propia marca y modelo, la experiencia les ha unido en un perfil común: el del conductor que no persigue banderas verdes, sino la rentabilidad. Julio, sin tapujos, expresa: “Luego te das cuenta de que también estás contaminando menos, y eso es un valor añadido. Pero lo primero fue ahorrar, sin duda”.
- Implicaciones en la gestión de la flota.
La principal consecuencia por el cambio al vehículo eléctrico es el ahorro de costes, sobretodo de la energía.
Este ahorro se ha conseguido principalmente por 3 motivos.
- Porque la tarifa eléctrica se adapta a la utilización profesional del vehículo, se recarga durante los descansos para comer al mediodía y por la noche.
- La utilización de la recarga lenta, que es la más económica de todas las recargas.
- Tener un punto de recarga en el domicilio para recargar el vehículo por la noche.
El coste de adquisición del vehículo eléctrico es mayor que su homónimo de combustión interna, pero según los ahorros en costes de los 3 casos desarrollados, todo indica que el coste de propiedad-TCO del vehículo eléctrico es menor que su homónimo de combustión interna.
Hay compañías eléctricas que ofrecen tarifas eléctricas más económicas o con descuentos, y adaptadas a los horarios para conductores profesionales como los taxis, que se recomienda contratar.
En el caso de las flotas de Taxis, VTC o movilidad, en el que el conductor es un trabajador de la compañía, hay que pagar la instalación del punto de recarga en el domicilio del conductor y la energía eléctrica, y permitir que el conductor se lleve el vehículo a su domicilio. Antes de contratar al conductor hay que explicarle que tiene que recargar el vehículo en su domicilio durante la noche, y asegurase que es posible, porque puede que no tenga plaza de parking donde estacionar el vehículo para recargar, o que no se pueda instalar un punto de recarga.
El conductor está disponible para prestar el servicio a cualquier hora del día, y no se tiene que desplazar hasta nuestras instalaciones para recoger el vehículo con el ahorro de tiempo.
Se recomienda que el conductor viva en el área geográfica donde se presta el servicio, para evitar desplazamientos en vacío, desde el lugar de residencia del conductor hasta el área donde se presta el servicio.
Hay que impartir formación al conductor de como recargar el vehículo, utilizando siempre la recarga más lenta y por la noche, y no utilizar los puntos de recarga públicos o de terceros con recarga rápida.
También se puede tener un parking privado donde recargar todos los vehículos por la noche, pero es una solución más costosa que si el conductor se lleva el vehículo a su domicilio por el coste del inmueble, además de la dificultad de encontrar parkings privados para vehículos en el centro de las ciudades.
Siempre vamos a tener un parking privado donde tener algunos vehículos porque estén inactivos por diferentes motivos, pero es mucho más pequeño que si tenemos que recargar todos los vehículos por la noche en el mismo parking privado.
Otra opción en vez de tener un parking privado propio es alquilar plazas de parking en un parking público con puntos de recarga.
Diapositiva 3. Gracias por su tiempo.
La clase ha desarrollado 3 casos de electrificación de taxistas por economía, y las implicaciones en la gestión de la flota.
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Escrito por José Miguel Fernández Gómez.




















